lunes, 24 de octubre de 2011

Capitulo 41

41










Tocaron dos veces la puerta, Jamia dormía a mi lado, parecía ajena de que alguien buscaba nuestra atención ahí afuera. Pase mi brazo por su cintura y la abrase. Pegue mi mentón en su hombro y ella subió sus pies hacia mis muslos. Mis ojos comenzaron a aguarse. Me apreté mas hacia su cuerpo intentando no hacer ruido ante el sollozo que ya tenia atorado en la garganta y hacia convulsionar mi pecho.
¿Es el quien toca la puerta?
¿Vienes a disculparte?.... ¿a escuchar mis disculpas?
Una lagrima cayo por mi rostro… ¿Qué demonios eh hecho? ¿Qué nos hemos hecho?
Los sollozos se hicieron más fuertes, mis lágrimas comenzaron a caer…
¿Por qué tuvimos que llegar a esto? ¿Por qué?
La respuesta paso por mi cabeza, Jamia agarró mi mano y la apretó a su vientre.


Todos los ojos que me miraron esa mañana todas las risas que escuche, todas las palabras que se dijeron y todas las que no. Esa mañana fui algo más que la burla de toda la gira, mi borrachera, la guitarra desafinada, mis dedos sangrando, mis gritos histéricos, mi garganta seca y su mirada. Fue la suya la única que distinguí entre todos esos rostros sin cara. Los ojos de Gerard, el verde que no brillaba, me miraba con desprecio, acaso ¿odio? Y ella, a su lado, con solo una sabana encima que posiblemente olía a sexo, sexo entre ellos.




- Tu tráiler esta al frente, enano


Alguien gritó ¡buena serenata! el resto solo callaba, miraba, estaba expectante.
Me levanté del suelo, mis pantalones rotos, mis rodillas llenas de tierra, la mirada de ella, pero sobre todo la mirada de él, Dios era tan fuerte que si mataba yo ya estaría en el infierno. La había cagado, lo sabía, y quizás también sabia que intentar tocarle una serenata rockera en evidente estado de ebriedad y con el olor de James encima no iba a solucionar las cosas, pero en ese momento no media consecuencias, solo quería verlo, pedirle perdón, no lo iba a volver a hacer, pero es que… estaba tan enojado.
Mis ojos se nublaron por un instante, perdí el equilibrio, estaba borracho, había tomado demasiado, esto hizo que mis ojos intentaron engañar a mi mente y convencerla de que había sido un sueño, no, una pesadilla, si eso. Era una pesadilla y yo seguía en tirado en el piso de mi tráiler sobre mi propio vomito y estaba soñando esto. De ninguna manera estaba haciendo el ridículo delante de todos mis amigos y una gran cantidad de desconocidos.


- ¿Me haz escuchado? ¡es al frente!
- Debe estar borracho – le dijo – oye tu tráiler esta al frente – me dijo Gerard, fue frío, pero mas que frío, indiferente, fastidiado


Alguien toco mi hombro, era Jamia. Estaba parada apretando mi hombro, ¿dándome fuerzas? y mirando el espectáculo deprimente que había armado para Gerard, para todos, para ella misma, para el recuerdo. ¿Alguien ya había tomado fotos? ¿Subirán todo esto por youtube?


- Vamos Frank – dijo Jamia acercándose a mí, sujetándome del brazo
- Lo siento – atiné a decirle
- Estas tan borracho que le cantaste a Lindsey – dijo sonriendo y me sentí peor, soy una basura
- Si, claro - dije
- Vamos – repitió
- Si, vete, estamos en algo – me dijo Lindsey dándome una sonrisa sarcástica y entrando al tráiler con Gerard




Todo ese día me quede encerrado en el trailer. Jamia no se había tragado que la serenata era para ella, no me había dicho nada pero podía leerlo en sus ojos, ella sabia que algo iba bien, pero permanecía como siempre, ciega, sorda y muda, y yo egoístamente se lo agradecía, aunque por dentro me hiciera sentir mas bajo de lo que ya era por engañarla de esta manera.
Alrededor de las 3 de la tarde me llamaron para la prueba de sonido, no tenía ganas de ir, prefería quedarme encerrado en mi trailer hasta que Gerard me responda el teléfono y acceda conversar conmigo pero eso no pasaba y ya me dolían los dedos de tanto marcar su número. Así que marque una vez mas mi teléfono pero esta vez a Matt y le pedí que se encargué de ello, quizás hubiera sido mas fácil para mi ir y hablar ahí con Gerard, pero si no contestaba el teléfono decía que estaba enfadado o… con esa, y prefería evitarme un mal rato. Así que decidí salir cinco minutos antes de que comience el concierto. Jamia me besó los labios y me dijo que me amaba, que estaría cerca por si necesitaba algo, se lo agradecí y le devolvió el gesto, el beso y el te amo y me fui. Jamia es una buena chica, soy una mierda por hacerle todo esto, a veces pienso que quizás debería dejarla ir, de que busque a un hombre que la pueda amar sin que este pensando en el vocalista de su banda, pero no puedo. A pesar de que muero por Gerard, necesito a Jamia para tener estabilidad en mi vida. Se que suena egoísta, pero… es lo que pasa, lo que pienso, maldita sea me merezco todo lo que me esta pasando.
Los vi en el backstage, se besaban escandalosamente. Ella lucía una de sus falditas cortas, se veía sudorosa, sonrojada, como si hubiera dato 3 vueltas a la manzana o… joder posiblemente había seguido tirando. Me hice el que los veía y me cruce con los pulgosos que tocan con ella, estaban sacando instrumentos y cosas del escenario. Acaban de terminar su show. Dí un suspiro exagerado, y Gerard fingió no verme y siguió besándole los labios, el cuello, el rostro, como si hiciera un espectáculo sólo para mí, refregándome en la cara que tenia una novia y yo, ya no encajaba ahí.
El concierto empezó, el dio las mismas palabras de siempre, comenzó a gritar y saltar en el escenario, todos hicimos la misma rutina, yo intenté concentrarme en mi guitarra, me tire al suelo con ella, hacia tontas piruetas. Supongo que esperaba un poco de atención por su parte, y claro, tuve éxito, pero no el que quería. Acerque mi cabeza a su cuerpo y lo roce, roce mi cabello con su pecho, sus hombros, su cabeza, subí y baje y el abrió mas su casaca jean. Tenía puesta una camiseta blanca con un dibujo de un unicornio feliz bajo un arco iris saltando sobre el nombre de ella.
Esa noche no pude dormir. Por más que lo intenté me la pase pensando en las mirada, la mirada de Gerard, el cómo se dejó tocar por mí solo para enseñarme su maldita camiseta blanca. Tocaron la puerta del tráiler, Jamia no se inmutó. Así que me levante de la cama repitiendo que era Gerard, Dios que sea Gerard por favor.


- Hey tu chico de la guitarra
- Hola ¿tú eres de The Bled? ¿Michael Pedicone?
- El mismo, que viste bueno y desviste jajaja
- Ya – dije sonriendo


El exhibicionista del tour estaba parado frente a mi trailer sin camiseta, con los ojos traviesos y los labios moviéndose de un lado a otro.


- Me preguntaba si querías tomar unos tragos conmigo, en mi trailer ¿Qué dices?


Era exhibicionista, pero tenia un cuerpo de Dioses, era totalmente guapísimo, y se veía tan masculino, aunque claro… ya saben lo que dicen, lo mas probable es que sea mas pasiva que yo cuando estoy con tragos en los brazos de Gerard. Aparte de eso se la pasaba todo el tiempo en ropa interior exhibiéndose, ofreciéndose entre la gente de la banda, siempre estaba bailando, toqueteándose, llamando la atención.


- suena bien – dije


Y la conciencia me taladro el cerebro. Jamia dormía, digo fingía dormir en el trailer ¿no podía seguir tirandome chicos o si? No, mejor no. Si Gerard se enteraba, esta vez no dejaba por nada del mundo a la zorra esa con la que se esta acostando. Mi Gerard ¿Qué estarás haciendo ahora?


- ¿Entonces, vamos?
- Me encantaría, pero…
- Ya es por Gerard
- Si, algo así
- Mira solo me acosté con el un par de veces, no creo que le importe que tome unos tragos contigo
- ¿Cómo dices?
- Lo que te digo, fueron un par de veces o 5, no suelo contarlo, como sea ¿vamos?
- Espérate un ratito ¿te haz acostado con Gerard? ¿con mi Gerard?
- Hey, no me digas que… increíble, ¿también tienes sexo con el? ¿es que Gerard se acuesta con todo el Tour?
- ¿todo el Tour? Oye… ¿de que demonios?
- Ahora esta con su novia Lindsey, por eso no fui a buscarle y vine por ti, ya que el chico del afro no me hace caso, el gordito no me gusta y el de las piernas flacas y chuecas no esta
- Ya, pero volvamos a esta situación ¿te haz acostado él con 5 veces?
- Pueden ser 10, mira eso no importa, anda vamos por unos tragos, que me está incomodando este short, no me gusta estar con ropa mucho tiempo – dijo acercándose a mí, ¿acaso quería besarme?
- ¿Frank?


Jamia estaba de pie en la puerta del trailer. ¿Hace cuanto tiempo estaba ahí? ¿Qué había escuchado?


- Hey, hola – dijo Pedicone – le decía a Frank si quiere ir por unos tragos con mi banda, pero me estaba diciendo que prefería quedarse con su linda novia
- Si, Frank jamás me dejaría por ir a emborracharse por ahí solo ¿cierto mi amor? – dijo tratando de parecer sincera, por el sarcasmo lo tenia en los labios
- Si, claro – dije con una gran sonrisa hipócrita
- Entonces yo me voy – dijo Pedicone – un gusto preciosa, perdona Frank, es que tienes a la chica mas bella del tour contigo ¡no lo eches a perder eh!
- No, no lo hará, no lo dejaré – dijo ella riendo
- Pues si te hartas de este chiquitín, yo estaría encantado de tenerte a mi lado princesa – ahí me di cuenta de que Pedicone estaba algo pasado, Jamia era linda, pero este ya exageraba
- De acuerdo, adiós… ¿Cómo te llamas? – le preguntó ella
- Michael Pedicone a tus pies – dijo haciéndole una reverencia – toco en The Bled, nos vemos hermosa princesa, adiós Frank
- Chao – dije secamente


Jamia se quedo de pie y me invito a entrar al trailer, no lucia muy feliz.


- Así que a tomar unos tragos
- No pensaba ir de todas formas cariño
- Ya
- ¿volvemos a la cama?
- Claro, vamos


Nos metimos a la cama y comenzó a besarme mientras se desvestía. Algo me decía que mientras le haría el hacer el amor, ella estaría pensando en el pecho desnudo del exhibicionista del Tour que la llamó princesa.


Al día siguiente, fui a buscar a Gerard, pero parece que ahora vivía encerrado en su trailer junto a la tipa esa. Por más que toqué su puerta, nunca abrió, y del celular ni hablar, lo llame tanto que ya me habían salido cayos en los dedos y nunca contesto. Si que estaba molesto, pero ahora yo también lo estaba. ¿Cómo es eso que se estaba revolcando con Michael Pedicone mientras me echaba como siempre toda la culpa? Además, el se a tirado a Pedicone por Dios, yo me tuve que conformar con James, ese gordo miserable, y si lo hice fue por que tenía mucho trago encima, Gerard estaba molesto conmigo y hay cosas que Jamia no puede hacer (me) y claro yo jamás le pediría. Entonces, tenia que hablar con él, no podía echarme toda la culpa, el se había metido con el sexy Pedicone (favor omitir lo de sexy a veces escribo sin pensar, o pensando mucho, muchísimo, oh sí) y encima estaba con la sucia bajista esa que ya se cree su novia oficial. Ah no Gerard, a mi no me la haces.
Nuevo concierto, me pegué otra vez a él, lamí su rostro, el se dejo, dije, bien la hice, ahora termina y arreglamos todo, la luna de miel volverá, no habrán Pedicone, ni Dewees, ni Jamia, ni Lindsey, nadie mas que nosotros dos. Pero no. Claro que no. Luego de haberme calentado y haberlo calentado todo el bendito concierto, salió corriendo a los brazos de ese travesti con faldita que lo esperaba en la puerta del backstage con los brazos y las piernas abiertas.


- Gerard ¿podemos hablar? – le pregunté mientras la besaba y le tocaba una pierna


Pero el fingía no escucharme y seguía toqueteándola.


- ¿Gerard? ¡Te estoy hablando Gerard! – grité
- ¿Qué quieres? – despego los labios de Lindsey fastidiado
- Tenemos que hablar
- Mañana en el ensayo – dijo sin mirarme
- No, tiene que ser ahora
- Ahora estoy muy ocupado con mi novia, quizás deberías ocuparte de la misma forma con la tuya, ya hablaremos mañana
- Pero Gerard
- Mañana – dijo y se fue con ella de la mano


Las cosas se estaban complicando, demasiado diría yo. Al día siguiente en el ensayo, solo hubo ensayo. Gerard no quiso hablar conmigo, por más que se lo pedí, ahí estaba ella para repetirme que estaban en un asunto y no joda más. En ese momento no me había percatado de nada, pero supongo que ustedes las fans, se encargaron de aclararme el panorama. Los rumores que habían eran cada vez mas fuertes, por más que yo intentara meterme en la cabeza que esa solo era una calentura de Gerard o mejor aún, un método para sacarme celos, y si digo esto, es por que… vamos ustedes han visto a Lindsey, usa tatuajes, parece que tuviera sexo con su bajo, siempre esta doblándose, y parece que le saliera fuego de la entrepierna, entonces no me van a negar que ella, soy yo en femenino. Habían fotos de ellos juntos en todos lados, hablando a escondidas, besándose, viendo un concierto supuestamente “escondidos” del publico, jugueteando, abrazados, habían marketeado su relación de ¿1 semana? Ya digamos que 2, aunque quien sabe quizás están mas de un mes, como si fueran Angelina Jolie y Brad Pitt, y eso no era justo, por que si en este Tour había una relación así se llamaba Frerard, y yo era la Angelina Jolie de la historia.
Entonces decidí que si iba a actuar, iba a ser ahora. A mi nadie me va a quitar a mi chico, por más errores que haya cometido, no era justo que todos los años juntos se valla por la borda por la culpa de esa huachafita. Entonces pensé, tengo que demostrarle a esa y a todo el mundo que Gerard es mío, que sigue siendo mío, que me pertenece a mí, no a esa ridícula con falditas y coletas de colegiala, por que querida ya terminaste el colegio hace ¿20 años? Es posible, se te notan las patas de gallo. Agarré una cerveza y la sequé de golpe, necesitaba armarme de valor, por que lo que iba a hacer, no se ha hecho antes nunca. Iba a subirme a uno de los amplificadores que están cerca a él e iba a colgarme en su cuello y enrollar mis piernas en su cintura, lo iba a besar como nunca e íbamos a girar por todo el escenario mientras el sostenía mi cuerpo desde mis muslos y nos besábamos mientras ustedes gritaban como locas ¡El Frerard si existe!
Así que comenzó el concierto, me aguanté en la primera canción, pero en la segunda, no pude más. Era ahora o nunca, además, mientras Gerard cantaba, joder era como si me cantara a mí. Bueno el en algún momento me dijo que me dedicaba esa canción, si “The Sharpest Lives”… y esa tarde me la canto a todo pulmón.
Entonces mientras el cantaba, yo me acerqué, despacio pero con pisadas fuertes. Voy a besarte mi amor, me dije. Y mientras el cantaba, yo me subí al amplificador y me colgué de su cuello.


- Bésame – le susurré





Pero no me besó. Lo que hizo fue soltarme al suelo, me empujo y jaloneo conmigo, yo no quería soltarlo y el solo zafarse de mi, volvió a empujarme y yo me sostuve mas fuerte, pero fue en vano, pise mal y el lo aprovecho. Me empujo con tal fuerza que caí al suelo aparatosamente dándome un volantín. Me dolió el golpe que me di en la cabeza, en el cuerpo, pero mas me dolió su reacción. El caminó hacía el lugar donde yo solía estar para tocar y pateó el cuadradito donde estaba mi micrófono y volteo mirándome con odio.
¿Qué demonios eh hecho? ¿Qué nos hemos hecho?
El concierto siguió, pero las cosas no fueron lo mismo. El seguía enojado y se dejaba sentir, cantaba furioso, muy alto, gritaba prácticamente. Yo me hice el loco y seguí jugando con la guitarra, mientras me tragaba las lagrimas que se me acumulaban en los ojos.
¿Y ahora que demonios va a pasar?
Terminó el concierto y Jeff nos llamó a ambos, preguntó al aire si teníamos algún problema. Gerard dijo que no entre risas y me paso el brazo por el hombro.


- Solo jugábamos hombre, no seas tonto
- De acuerdo, entonces ¿nos vemos mas tarde?
- Así será – dijo Gerard con la sonrisa en los labios


Apenas se fue, voltee hacia él para enfrentar esta situación de una vez por todas. No podíamos seguir así ni un minuto más.


- Gerard – empecé


Pero lo que hizo él, no me lo esperé. Me dio un puñetazo en el rostro con toda la rabia que tenia acumulada desde que Jamia le dio el parte de nuestro matrimonio supongo y caí al suelo como un muñeco de trapo.


- ¿Quién demonios te crees para querer besarme en el escenario?
- ¿Qué te pasa? ¿te volviste loco?
- ¿loco? ¡Loco! ¡Acá el único loco eres tú! Pero ¿Qué parte de que entre tú y yo no hay nada no haz entendido?
- ¿Qué? ¿Qué cosa dices?
- No quiero que me toques nunca más en tu vida ¡Me oyes!
- Pero Gerard, cometí un error lo sé pero…
- ¡No quiero saber nada de ti! ¡Nada! Si no te boto de la banda, es por que luego no quiero que aparezcas en todos los medios contando estupideces
- ¿Estupideces? Así le llamas a lo nuestro
- ¿Lo nuestro? Lo nuestro ya no existe, tu y yo ya no existe, nosotros ya no existe ¡nunca más! ¡nunca!


Las lagrimas comenzaron a caer por el rostro de Gerard, Dios mío ¿Qué mierda hice?


- Lo de James… - intenté explicar
- Me importa un carajo si te abres de piernas con él o con otro, me dijiste que solo seriamos tu y yo, que la dejarías a ella
- Gerard entiéndeme
- No, ¡no! te vas a casar con esa, no la vas a dejar nunca
- Gerard, por favor
- ¡y yo are lo mismo!
- No digas tonterías
- Oh no, no es ninguna tontería, ya lo veras
- ¿Vas a mandar todo a la mierda por esa?
- Quizás algún día llegue a amarla más de lo que te amo a ti – dijo llorando


Gerard se tiró al suelo, siguió llorando, me acerque a él e intente abrazarlo, besarlo, pero se resistía. Me empujo fuerte y se levantó del suelo.


- ¡No me toques! – me gritó - Nunca más… ¿escuchaste?
- Michael Pedicone me dijo…
- Me importa una mierda lo que te dijo, me importa un carajo si ahora es tu nueva pareja sexual, ya nada de lo que salga de tu sucia y mentirosa boca me importa
- Gerard, escúchame por favor
- No Frank, ya me cansé de escucharte, esto se acabó


Quise retenerlo, lo jale del brazo, le jale la casaca, casi lo dejo sin ella, pero me volvió a empujar y cuando me levanté él ya se había alejado y todos lo miraban irse llorando, todos me miraban a mí verlo de pie en el backstage. ¿Cuándo se fue todo a la mierda, cuando?


Volvieron a tocar la puerta. Me apreté más a Jamia. Algo me decía que ella también sentía que tocaban, pero se hacia la dormida como siempre. Dejaba que me levante, atienda, me valla con quien me busca y vuelva al día siguiente con una tonta excusa y ella fingiría creerme.
Me seque las lágrimas y ahogue mis sollozos, quería abrir, pero a la vez no. ¿Y si no era Gerard? ¿Y si era el chico de The Bled?


- Cariño ¿no vas a abrir? – me dijo Jamia aun tocando mi mano
- Pensé que dormías – dije intentando no notar el nudo que tenía en la garganta
- No amor, yo nunca duermo hasta saber que tú lo haces profundamente
- Ya
- ¿te fijas? No vaya ser que Gerard le quiera cantar una serenata a Lindsey y se esté equivocando de tráiler
- Ah sí, no creo


Baje de la litera y me acerqué a la puerta en pijama, ni siquiera me puse los zapatos. Abrí la puerta y cerré los ojos. Si era Gerard, no quería verlo cuando me golpeara, y si me besaba…es mejor hacerlo con los ojos cerrados.


- ¿Por qué demonios tienes los ojos cerrados?


Una mancha grande y rubia apareció frente a mí. ¿Qué demonios quería Bob a esta hora?


- ¿Qué pasa Bob?
- Bueno, pasa algo… con Gerard
- ¿Gerard? – recordé sus lágrimas en la tarde, Dios mío por favor, que no le haya pasado nada - ¿Qué le paso? ¿Qué tiene?
- Veras Frank, tienes que ser fuerte – No Dios mío, por favor, que no haya cometido ninguna locura, que no haya intentado… y menos lo haya logrado
- ¡Pero Bob por Dios, dime!
- Ah maldición porque siempre tengo que ser yo el que está en el medio de ustedes
- ¡Bob! ¡Qué demonios pasa con Gerard! ¿Está en el hospital ¿Esta herido?
- No, el esta bien
- ¿entonces?
- Es más complejo
- ¿a qué te refieres?
- Amigo, Gerard… se acaba de casar con Lindsey


Tuve que agarrarme de la puerta del tráiler para no caerme, sentía que me desvanecía. Se había casado y todo era mi culpa, mi maldita culpa, no hay trampa más mortífera, cómo la que uno se prepara así mismo y yo me había encargado de preparar esta por mucho tiempo sin saber que lo hacía.


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Solo se ama, lo que no se posee totalmente...